Álbum Completo disponible en:

youtu.be/fc2ZRtrcrcM

camperas.bandcamp.com/album/camperas-2

"En 1960, durante una extensa entrevista, un periodista le preguntó al polifacético Orson Wells, si alguna vez había contratado a un amigo, en lugar de la “persona correcta”, para que éste interpretara un papel en alguna de sus películas, a lo que el director respondió: “Frecuentemente, porque no creo que el arte sea lo más importante y sin dudas la amistad es mucho más importante que el arte”. Esta pregunta, tan incómoda como impertinente jamás podría tener lugar en el universo de Camperas, ya que paradójicamente, uno de los mayores atractivos de la joven banda rosarina, reside en esa común y singular manera de relacionarse que desveló tanto a Borges como Aristóteles. Los Camperas no se eligieron mediante un aviso pegado en las húmedas paredes de una sala de ensayo, ellos se eligieron luego de vivir juntos, viajar juntos, ir a la escuela juntos, emborracharse juntos y volver amanecidos juntos, y eso se tradujo en las canciones que componen a su opera prima. Un decálogo de roles dinámicos, donde al igual que en la amistad, el protagonismo, ya sea encarnado en las guitarras, el teclado o la voz, se disponen al otro, que en este caso, no es más ni menos que La Canción. Una canción que al igual que el caballo de Troya, trae en su interior a la tragedia. Una canción de tiempos ya inmemoriales, donde pop y rock no sólo convivían en armonía, sino que eran sinónimos. Para ello toma elementos de todas las épocas, pero ya sea en los sutiles cambios de intensidad de la batería o en la contundencia del bajo, el resultado es un certero golpe al hipocampo. Camperas encontró en su productor a un aliado, alguien que ayudó a compensar la fisicalidad de sus presentaciones en vivo con un disco cuidado, de propiedades emergentes, donde se escucha a todos en un todo."

(Aníbal Pérez)